¿Alguna vez has sentido que te estás perdiendo de muchísimas cosas buenas? ¿Has sentido que otras personas tienen un día a día lleno de actividades increíbles y divertidas? ¿A veces te da miedo no ser capaz de seguir las últimas tendencias y estar al día con las novedades como lo hacen las personas que sigues?
Si alguna vez has tenido esa sensación de estarte perdiendo algo o estar fuera de lo que es trendy en redes, bienvenido al club. ¡Tú también tienes FOMO!
¿Qué es el síndrome FOMO?
FOMO, acrónimo de fear of missing out, es el «miedo a perderse algo».
Las redes sociales, por su inmediatez y su enorme popularidad, están provocando que muchísimas personas, con mayor o menor frecuencia, tengamos miedo a perdernos algo.
Por ejemplo, un viernes te conectas a Instagram o Facebook, y sientes que todo el mundo que conoces está haciendo planes super cool, están viajando, yendo a los mejores eventos, alcanzando nuevas metas, parecen tener relaciones de pareja perfectas, familias ideales, etc. ¿Y tú?
Causas del FOMO
El origen del FOMO está muy relacionado al tipo de sociedad en que vivimos:
- Los celulares, tablets y demás dispositivos conectados son herramientas muy potentes, un distractor permanente que puede llegar a condicionar, de manera seria, nuestra vida.
- Hoy en día, nuestras vidas se caracterizan por el ahora. Todo parece ir a un ritmo acelerado, rápido, o al menos, tan rápido como la conexión que tengamos a Internet…
- Por eso, sentimos más presión en la toma de decisiones, no quereos perder oportunidades, no queremos quedarnos atrás.
- El mundo digital muestra muchas fachadas, la punta del iceberg. No solemos ver todo el esfuerzo que hay detrás, y eso ha popularizado la búsqueda de gratificaciones instantáneas.
- Cada vez en nuestro entorno hay una necesidad mayor de demostrar en redes sociales lo que hacemos con nuestro tiempo.
- Crear una imagen de perfección y felicidad eterna está de moda.
- Somos una sociedad que se ha vuelto adicta a los cambios, resulta muy atractivo la idea de experimentar la vida de distintas formas, en otras partes del mundo y descubrir qué nuevas posibilidades nos pueden ofrecer.
- La constante necesidad de revisar, usar y estar pendiente de todo lo que ocurre en Internet es una forma moderna de intentar recibir aprobación y admiración de los demás.
Consecuencias
Si no desarrollamos las habilidades y estrategias necesarias para gestionar adecuadamente el FoMO, terminamos por sufrir consecuencias muy negativas como:
- Es posible que comiences a sentir la necesidad, casi obsesiva, de estar revisando tu celular para estar al tanto de todo.
- El cerebro se aturde a medida que nos dejamos invadir por la necesidad de estar siempre conectados y de revisar todo lo que ocurre en el mundo digital.
- Es así, como comienzan a aflorar emociones, como la envidia o el miedo a no avanzar, especialmente si nos comparamos con lo que vemos en redes.
- Y cuando no te metes en una red social por muchas horas o días, sientes que te quedas atrás.
- Esto empieza a generarte malestar, ansiedad y/o miedo a la exclusión social o a la soledad.
- Sentirse abrumados e, incluso, paralizados y ansiosos ante el abanico de posibilidades que se abren ante nosotros.
- Muchas personas comienzan a sentirse incapaces de elegir ante el temor de perder el resto de las opciones.
- Percibir el compromiso con una opción como una renuncia a todo lo demás, lo cual se traduce en que muchas personas estén teniendo problemas para comprometerse con alguien o con algo – carrera, estudios, pareja etc.-, porque siempre hay otras posibilidades tentadoras, bien sean realistas o imaginarias.
- Carecen de la capacidad de perseverar por mucho tiempo ante el pensamiento de que hacerlo implica renunciar a otras opciones potencialmente tanto o más interesantes.
- Tienden a sobrecargar su horario y a menudo son impuntuales en sus compromisos; siempre se siente atrapado en una carrera sin fin y totalmente fuera de control.
- Si no tomamos consciencia y reconocemos que estamos padeciendo de FOMO, puede que escale la situación y entremos en un cuadro depresivo serio.
Si bien es sano sentir curiosidad por lo que ocurre en Internet, lo importante es impedir que esta curiosidad tome las riendas de nuestras vidas.