A mis hijos les encanta pintar con crayones pero aún para las manos más chiquiticas pueden ser frágiles, lo cual significa que de alguna forma siempre encontramos rodando por la casa pedacitos de crayones viejas y otras en muy mal estado. ¡Con estos pedazos sencillamente no dan ganas de colorear!
En casa teníamos muchos crayones y a los niños los entusiasmó la idea de buscar todos estos pedazos para nuestra actividad. No importa si son de diferentes marcas tamaños o colores ¡todas sirven!
1. Quita todo el papel… tooodo. Hay unos crayones que tienen el papel más pegado pero así sea necesario remueve lo que queda pegado con ayuda de un cuchillo.
2. ¡Ahora a romper los crayones!
3. Divide por colores (opcional) y llena las los espacios del molde. Nosotros hicimos unos por colores pero los dos que fueron multicolores son definitivamente los favoritos de todos.