A sólo dos semanas desde que iniciamos esta nueva década, nuestro mundo parece estar en crisis, por tantas catástrofes naturales y conflictos. Esto hace que muchas sintamos que solo queremos abrazar muy fuerte a nuestros hijos, y buscar formas de animarlos a no tener miedo y tener esperanzas en un futuro mejor. «Todo va a estar bien» siempre les repito, Pero , en ocasiones, hasta yo misma dudo que sea así.
Por eso, hemos estado recopilando ideas de cómo ayudar a nuestros hijos a entender los problemas del mundo, y hemos encontrado formas de hacerlo de acuerdo a sus edades:
¿Cómo ayudar a nuestros hijos a manejar sus emociones?
Frente a un desastre, emergencia o situación de crisis, es muy normal que muchas personas sientan una mezcla de emociones, que ven desde el miedo, hasta la confusión o el enojo, por ejemplo.
- Con los conflictos actuales, es normal preguntarnos «¿Cómo puede haber gente tan cruel?» y sentir frustración, impotencia o enojo está muy justificado.
En estos casos, lo importante es escuchar, no minimizar las situaciones y no negar la situación o su importancia.
¿Qué hacer por nuestros hijos en situaciones como estas?
Lo ideal es reunir a la familia e ir a un lugar del hogar donde suelen compartir y pasar buenos momentos juntos. Nosotros siempre intentamos empezar las conversaciones importante cuando estamos todos presentes, para reforzar la idea que que estamos juntos en esto.
Por sobre todas las cosas, los adultos deben ser honestos sobre lo sucedido. La cantidad de detalles que puede compartir dependerá de la capacidad de comprensión de sus hijos.
Explicaciones aptas para menores
- Nosotros siempre somos honestos sobre lo que ocurre, y dependiendo de la madurez de nuestros hijos, les damos más o menos detalles.
- A nuestros hijos pequeños, les damos explicaciones claras y cortas sobre lo que sucedió y cómo esto los afecta.
- Después les pedimos que nos expliquen lo que entendieron. Antes de corregirlos, hay que entender que sus explicaciones sencillas puede ser que les sirvan a para sentirse seguros.
- Respetemos esta forma que tienen de generar seguridad para sí mismos ante situaciones de crisis o emergencia.
Hijos mayores
- Es posible que nuestros hijos mayores pidan más detalles, y nosotros siempre intentamos dárselos, e, incluso, les damos información sobre las medidas que se están tomando para mejorar, es decir, compartimos lo que pensamos y sentimos sobre los esfuerzos de recuperación.
- No te preocupes, nosotros tampoco tenemos las palabras perfectas.
- Como adultos no tenemos que pensar que hay que decir algo para mejorar la situación. Tampoco estamos obligados a explicar o entender plenamente los motivos de lo sucedido. Nosotros somos honestos con nuestros hijos y muchas veces reconocemos que no entendemos por qué sucedió algo tan terrible.
- Cuando les explicamos situaciones de emergencia o hechos trágicos, nuestra idea principla es transmitirles a nuestros hijos que estamos a salvo y nos enfocamos en comunicarles las medidas que vamos a tomar para estar más seguros.
- No abrumemos a nuestros hijos con información. Lo importante es que:
Ayudemos a nuestros hijos a expresar sus miedos y preocupaciones
La ONG HealthyChildren.org nos da excelentes recomendaciones. Probablemente, no va a ser suficiente preguntarles a nuestros hijos cómo se sienten para que expresen sus sentimientos.
A veces simplemente sentarse con ellos mientras dibujan o juegan con sus juguetes los ayudará a encontrar una manera de comunicar lo que sienten, incluso si no son plenamente conscientes de ello.
Niños pequeños
- En muchas ocasiones, nuestros hijos más pequeños aún no tienen el vocabulario para expresar lo que sienten.
- Ayudemos a nuestros hijos a elegir las palabras.
- Es MUY IMPORTANTE decirles que es normal sentirse tristes, enojados o confundidos.
- Seamos un buen ejemplo y compartamos con nuestros hijos cómo nos sentimos, y expliquemos qué hacemos para canalizar y sentirnos mejor: leer, pintar, hacer manualidades, tejer, practicar deportes…
- Animemos a nuestros hijos a expresar sus sentimientos a través de los dibujos, el juego, la lectura de cuentos y otras actividades creativas.
Niños preadolescentes y teenagers
- Después de cierta edad, para muchos niños es más fácil expresas cómo se sienten al contar cómo se sienten o piensan otras personas que conocen: «Mi amig@ ________ dijo que él/ella simplemente se queda pegad@ a sus padres para no perderse. ¿No te parece muy raro para su edad?». Cuando esto ocurra, no intentemos ponerlos en evidencia diciendo que probablemente ellos harían lo mismos… Lo recomendable es que converses y reflexiones en voz alta con tus hijos sobre lo que este amig@ puede estar sintiendo y que es comprensible que se sienta así.
- Preguntemos a nuestros hijos, qué creen que podrían hacer los padres de este amig@ para que se sintiera mejor y más segur@.
- Animemos a nuestros hijos más grandes a ser empáticos, hacer preguntas y compartir sus sentimientos y preocupaciones.
- Intentemos responder con calma a sus dudas, y pensemos en respuestas apropiadas para su edad.
- Ante ciertas situaciones de crisis, algunos niños van a comportarse como si nada hubiera pasado. Algunos van a mostrarse muy poco interesados o conmovidos por lo sucedido. En estos casos, no hay que obligarlos a expresar algo en este momento.
- NO MINIMICEMOS SUS EMOCIONES Y NUNCA OBLIGUEMOS A NUESTROS HIJOS A HABLAR. Pero siempre les debemos recordar a nuestros hijos que estamos aquí para escucharlos y apoyarlos siempre.
- Aunque en el fondo estén profundamente conmovidos o alterados, muchas personas necesitan sentir que todo vuelve a la normalidad.
- Demostremos a través de nuestro ejemplo, que la mejor forma de sentirse mejor es hablar sobre la situación. Por ello, es positivo que nuestros hijos nos vean hablando con otras personas sobre lo sucedido y comprueben que al comunicarnos, nos sentimos más aliviados. Así les estaremos dando un buen ejemplo, y puede que en un futuro muy cercano, nuestros hijos se animen a compartir lo que sienten y piensan.
Acciones que podemos tomar para ayudar a nuestros hijos, de todas las edades, a manejar situaciones de crisis
1. Animemos a nuestros hijos a hablar y reflexionar en voz alta sobre lo que ha ocurrido.
2. Prestar atención y demostrar interés en las preocupaciones de nuestros hijos.
3. Transmitir calma cuando compartamos con ellos información sobre lo que ocurrió y sobre los planes para protegerlos.
4. Involucremos activamente a nuestros hijos en el desarrollo, la práctica y la actualización del plan familiar para casos de emergencia.
5. Revisemos con nuestros hijos el equipo de suministros para casos de emergencia o desastre.
6. Al practicar el plan de emergencia familiar, asignemos tareas específicas a nuestros hijos para que entiendan que tienen un rol importante en mantener y restaurar el bienestar familiar.
7. Durante cualquier tipo de crisis, es importante intentar mantener o restablecer las rutinas diarias de nuestros hijos: estudio, tareas, diversión, comida y descanso.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y la Cruz Roja Americana se asociaron para lanzar un manual familiar que nos ayuda a las familias a prepaparnos en caso de cualquier imprevisto:
Suministros recomendados para incluir en el bolso o la mochila para casos de emergencia:
1. Alimentos no perecederos para tres días y un abrelatas manual
2. Agua para tres días (un galón de agua por día para cada persona)
3. Radio o televisión portátil con pilas o baterías de repuesto
4. Linternas y pilas de repuesto
5. Botiquín y manual de primeros auxilios + Medicinas importantes para cada miembro del grupo familiar
6. Fotocopias de documentos importante, fotocopias de las tarjetas de crédito y tarjetas de identificación.
7. Artículos sanitarios e higiénicos (toallitas o loción antiséptica para las manos, toallitas húmedas y papel higiénico)
8. Fósforos en un recipiente impermeable
9. Silbato y mapa de la zona donde vives, con marcas en los lugares seguros o de re-agrupación familiar.
10. Ropa, mantas y artículos especiales para bebés, en caso de tener hijos en esta etapa (fórmula, pañales, teteros, chupetes, etc…)
11. Utensilios de cocina (abrelatas manual; juegos de platos y cubiertos o vasos, platos y utensilios desechables; cuchillo multiuso; sal y azúcar; papel de aluminio; plástico para envolver comida; bolsitas de plástico herméticas) y utensilios para cocinar-
12. Incluye herramientas y suministros para tus mascotas, y otros artículos para atender las necesidades específicas de su familia.