Si bien podemos disfrutar de las bondades de los smoothies todo el año, el verano es la época en la que nos resultan irresistibles. Su fresco sabor frutal los convierte en el acompañamiento ideal para cualquier momento del día y pueden ser un snack muy saludable. Sin embargo, no todo es perfecto: estos licuados serán tan buenos como sus ingredientes. Aquí te dejo una guía de qué debes tener en cuenta a la hora de elegir qué pones en tu licuadora o, en el caso de los licuados que compras, en tu vaso.

Azúcar: mantente lejos del azúcar. No sólo es innecesaria en estos tragos, sino que puede llenarlos de calorías vacías. Asegúrate de que tu smoothie contenga frutas (frescas o heladas): ellas le darán una dulzura muy natural y agradable. Si lo prefieres, puedes agregarles un toque de miel.

Alimentos procesados: cuanto más simples sean sus ingredientes, más saludable será tu smoothie. Los alimentos procesados pueden esconder azúcares, grasas y conservantes que no le suman ningún beneficio a tu cuerpo. Ya sea que prepares tus propias bebidas o que las compres en un local, procura prestarle atención a este punto.

Súper frutas: las bayas (o berries) son un muy buen componente para los smoothies porque aportan muchísimos nutrientes sin cargar la suma de calorías. Además, les dan un sabor irresistible. La piña también hace bebidas deliciosas y naturalmente dulces. Elige tus favoritas y prueba combinarlas.

Verdes: una idea que convierte a tus bebidas en extra nutritivas es agregarles verduras ricas en vitaminas y minerales. La espinaca y el kale son las estrellas de los licuados porque les suman mucha nutrición. La espinaca es un favorito por su suave sabor y propiedades nutritivas. Ten en cuenta que el sabor del kale es un poco más fuerte que el de la espinaca y puede que debas acostumbrarte de a poco a él. Si no te fascina pero quieres incorporarlo, comienza de a poco combinándolo con frutas (como banana o piña) y sube la cantidad de hojas que uses. ¡Esta es una excelente manera de lograr que tus pequeños coman sus vegetales!

Leche: leche vacuna baja en grasas o leche vegetal como de almendras, de lino o de soja. Súmale el sabor y los beneficios de tu favorita a tu trago. El yogurt (con o sin sabor) bajo en grasas puede ser un muy buen componente.

Semillas y nueces: benefíciate con los nutrientes, las proteínas y las grasas saludables (omega-3) que estos ingredientes aportan. Suma almendras, nueces, semillas de chía, de lino, de sésamo (estas últimas contienen gran cantidad de calcio). Como las semillas deben estar picadas para que tu cuerpo las digiera, es recomendable pasarlas por un molinillo de café o machacarlas con un mortero.

Agua y hielo: regula la consistencia y la temperatura de tu smoothie agregando agua y hielo.

¡Diviértete! Disfruta combinando ingredientes, crea tus propias recetas y sorprende a tu familia y a ti misma con smoothie