Este articulo es una colaboración con Kinder Joy , sin embargo toda opinión es propia y objetiva

Nada como esos momentos de felicidad que posteriormente se convierten en costumbres familiares y recuerdos inolvidables. Me refiero a esos momentos que nos hacían sentir cómodos, felices de pequeños y que hoy los recordamos con una sonrisa y algunas veces hasta con nostalgia.

¿Se acuerdan de ellos? En mi caso fueron esos fines de semana en la playa Morrocoy donde fui con mis papás, hermanos y primos durante toda mi infancia, ya fuera de campamento u hospedad en un motorhome. Me acuerdo de la hora de la merienda cuando todos nos reuníamos para tomar café con leche y comer torta de nueces hecha por mi mamá mientras mirábamos el mar. Disfrutábamos de la brisa, su olor, y esperábamos a que cayera la noche mientras jugábamos cartas, hacíamos shows de baile y conversábamos de todo. Me acuerdo también de los domingos en familia cuando íbamos a misa y luego juntos a almorzar a nuestro restaurante favorito. Cada vez que pienso en estos momentos, me acuerdo hasta de los olores, que ropa tenía y de lo que hablábamos. ¡Todo!

Ahora que soy mamá, siento que nuestra vida es un poco más correteada que antes, y me he propuesto darnos una pausa para construir e identificar esos momentos especiales que quiero que mis hijas lleven y recuerden toda su vida.

Les cuento una anécdota: Hace dos semanas, papáy yo salimos de fin de semana de viaje sin las niñas, y al regresar nos encontramos con una carta que decía:

Mamá, Papá: extrañamos los momentos juntos. ¿Podemos reponerlos esta semana?

• Viernes de PPP – pizza, películas y pijama
• Sábado de Picnic en el parque con Federico (nuestro perro)
• Domingo de Panquecas hechas por papá

Mi corazón quería explotar ya que me di cuenta que esas acciones sencillas se habían convertido en nuestras costumbres familiares que estoy segura llevarán en su corazón toda la vida. Así como en el mío estaba el olor al mar, la torta de nueces que hacía mi mamá, en el de ellas estará, sin duda, las panquecas de papá y el estar abrazados en el sofá viendo una película cada viernes en la noche. Algo que hemos adoptado en estos momentos de felicidad o costumbres familiares son los huevitos Kinder Joy™que mis hijas descubrieron gracias a un regalo de nuestros amigos de Praga cuando vinieron de visita. Desde ese momento, y por casi 3 años, nos los traen en cada viaje.

Kinder Joy™es un regalo que al solo caer en las manos de mis hijas le saca una doble sonrisa. Digo doble porque al abrirlo les trae DOBLE felicidad. De un lado, el huevito tiene un “treat” delicioso – dos capas suaves, una con sabor a crema de leche y la otra con sabor a cacao, encima de estas capas hay dos trozos de barquilla bañadas en chocolate y rellenas de una crema de cacao exquisita – yo siempre les pido una de estas barquillitas ¡porque me encantan!

El mismo huevito incluye una cuchara miniatura para que lo puedan disfrutar sin ensuciarse. Del otro lado, tiene un juguete misterioso que las mantiene entretenidas por mucho rato.Sus caritas al descubrir que juguete les toca ¡es como para tomarles fotos!

La mejor noticia es que hace poco nos dimos cuenta de que Kinder Joy™llegó a los Estados Unidos. ¡Sí! Desde enero de este año. Tenían que ver la cara de Paulina cuando los vio en el supermercado por primera vez en USA. Pensar que ahora no tenemos que esperar la visita de nuestros amigos para disfrutar de su merienda favorita, la cual se ha convertido en una de nuestras costumbres que tanto disfrutamos en familia.

¡Bienvenido a USA, Kinder Joy™! ¡Estamos listas para “enJOY you” en cada momento especial! Cuéntanos: ¿cuáles son esos momentos especiales que tu familia disfruta y que se han convertido en costumbre?