A pocos días de haber nacido mi tercera bebé, recuerdo aquel momento hace 4 años en el que me convertí en mamá por primera vez. No cabe duda que cada experiencia es un mundo diferente sobretodo la vivida con la llegada de nuestro primogénito.
Me acuerdo los días en la espera de ese gran momento cuando me invadían un sinfín de sentimientos encontrados: emoción, nervios, incógnita, ansiedad, miedo entre muchos otros. ¿Cómo no tenerlos? Si estaba a punto de dar vida a una persona que dependería de mi en todo sentido. Desde ese momento, no dejaron de rondar en mi cabeza las innumerables preguntas: ¿Sabré ser mamá? ¿Seré una buena madre? ¿Mi vida cambiará para siempre?
Como si fuera poco, se suman los protagónicos (pero aterradores) comentarios de amigos, familiares y hasta desconocidos: No vas a dormir más, no tendrás tiempo para nada, tu cuerpo cambiará para siempre, es muy costoso, etc.
Buscando respuestas, leí artículos y escuche consejos que generalmente se centraban en el bebé y en lo que debía tener preparado para él. Encontré muy poca información relacionada a como me afectaría este cambio a mi
¿Qué debo esperar ahora que seré mamá?
Problemas de concentración y olvido frecuente: Esto es normal que ocurra al convertirnos en mamá debido a que el bebé y sus novedades ocupan gran parte de nuestra mente (consiente o inconscientemente) lo que hace que nuestra capacidad de atención para otras cosas disminuya. A esto sumemos la falta de sueño, estrés y segregación de hormonas Cortisol y Oxitocina.
Cambio en nuestro cuerpo: Durante las últimas semanas de embarazo estamos contando los días para volver a la talla pre- embarazo, ten paciencia, la pérdida de peso y la recuperación de la figura son graduales y no se producen de inmediato. El útero tarda aproximadamente 6 semanas en regresar a su tamaño, por lo que el abdomen tardará en reducirse. Además, aunque se pierda todo el peso del embarazo, es posible que las medidas no sean exactamente las mismas por una cierta distensión de los músculos y las articulaciones de la pelvis.
Dolores post parto: Algo de lo que nunca me entere fue de los dolorosos “entuertos” o contracciones post- parto que para mi fueron mas fuertes que las propias contracción pre-parto. El sabio cuerpo humano empieza con el trabajo de reducción del útero para volver al tamaño original. Amamantar puede activar o intensificar estos dolores. Lo positivo de todo esto es que las contracciones del útero ayudan a reducir las hemorragias después del parto y que este proceso contribuye a que tu cuerpo regrese a su figura. Los entuertos no deben durar mas de 4-5 días.
Cambio en tus prioridades: Esto lo escuché una y otra vez pero siempre sentí que yo seria la excepción a la regla. Pensé que al convertirme en mamá no permitiría que mis prioridades cambiasen. Al nacer mi bebé me di cuenta que es inevitable que tu vida cambie por completo y ahora gire alrededor de esta nueva criatura, que solo te interese estar con él , contemplarlo, básicamente vivir para él. Mucho de lo que era importante ya no lo es. Preferirás salir a las 5 de la oficina para ir al parque con tu hijo y no quedarte tomando ese proyecto adicional que asigno tu jefe en la oficina. No te asustes, tu misma sentirás que es lo correcto para ti y tu familia y los cambios no serán forzados sino instintos que te harán a ti y a los tuyos más felices.
EL dormir será un lujo y lo disfrutarás más que nunca: Tu bebé comerá cada 3 horas, mientras lo alimentas, cambias y nuevamente haces dormir ya es hora de que se vuelva a despertar para comer. Así que mientras tu bebé duerme, ¡tú debes dormir! y con esto me refiero también durante el día.
Somos más sensibles y estamos propensas a caer en depresión: Al convertirnos en mamá, sobretodo primerizas, nuestros sentimientos están a flor de piel, necesitamos nos digan las cosas de otra manera, lloramos por todo y hasta sentimos un vacío en el pecho sin explicarnos el por qué. Todo esto es normal. En caso el sentimiento perdure o sientas que es perjudicial para ti, tu bebé o familia, consúltalo con tu médico.
Cada una de nosotras es diferentes, no te dejes llevar por todo que te dicen. No pretendas ser mujer maravilla. Es una cambio físico y psicológico muy grande y el sentirte agobiada y frustrada será normal. Pide ayuda, lleva día a día, duerme, aliméntate bien, y disfruta esos momentos que son maravillosos pero a la vez fugaces.