En las últimas décadas hemos experimentado un resurgimiento de la medicina natural, especialmente en lo ligado al embarazo, parto y cuidado de los recién nacidos. Hay un resurgimiento de los partos respetados, de los partos en las casas, y las parteras, matronas y dulas ganan protagonismo junto a los nacimientos. También se ha vuelto con fuerza a la lactancia materna como la mejor forma de alimentar a los bebés. Todas estas prácticas han demostrado ser beneficiosas para las mamás y los niños, y dejaron de ser algo del ámbito naturista para empezar a ocupar un lugar importante dentro de la medicina “tradicional”.
Una estrategia que ha traído enormes beneficios a los bebés prematuros y de bajo peso es el método de mamás canguro, ideado a finales de los años 70 por el neonatólogo colombiano Edgar Rey Sanabria para solucionar el problema de sobrepoblación que experimentaba el hospital donde trabajaba. Había demasiados bebés que necesitaban incubadoras, y no suficientes aparatos, por lo que la mortalidad entre estos niños aumentaba de manera alarmante.
Este médico propuso entonces que, una vez que los bebés alcanzaban cierta estabilidad fuera del vientre de sus madres, pasaran a ubicarse sobre el pecho de sus madres, piel con piel, durante las 24 horas del día. Esto traía muchos beneficios inmediatos, lo que redundó en la aceptación y difusión de esta práctica.
Hoy en día, el método canguro se utiliza en muchos países, especialmente en los que están en vías de desarrollo. Por las ventajas que aporta, es también implementado en hospitales de alta complejidad alrededor del mundo.
En qué consiste
El método, que es controlado por profesionales de la salud, consiste en llevar al bebé contra el pecho de su madre (o de otro familiar), piel a piel. Para esto, se lo introduce dentro de la ropa de su mamá, y se lo sujeta con una bolsa de tela, de manera que siempre estén con la piel en contacto. La mamá debe dormir con su bebé en posición canguro, y para esto se recomienda que lo haga en posición reclinada, o sea un poco más levantada que si estuviera completamente acostada.
Los beneficios
El método aporta los beneficios que da una incubadora, y muchos otros: al estar en contacto con la piel de su mamá, el bebé regula naturalmente su temperatura corporal. Este contacto también hace que se estimule la lactancia, el principal (si no exclusivo) alimento que consumen los bebés canguro. Además, aumentan las caricias maternas, lo que redunda en la estimulación sensorial del bebé y en la posibilidad de la madre de relacionarse y fusionar con él.
Al estar sobre el pecho de su madre, el bebé escucha los mismos sonidos que escuchaba cuando estaba dentro del útero, lo que le aporta tranquilidad y confort. En consecuencia, los bebés canguro respiran más profundamente, se relajan y lloran menos. Al prescindir de la incubadora, el bebé puede recibir un alta temprana y continuar con esta modalidad en la casa.
Un método que aporta enormes beneficios a los bebés y a sus mamás. ¿Habías oído hablar de él? ¿Qué te parece?
Fuentes:
Fundación Canguro (http://fundacioncanguro.co)
Guía práctica Método Madre Canguro (OMS)
Alba lactancia materna (http://albalactanciamaterna.org)