¿No les pasa que por más que arreglas y acomodas juguetes hay días en los que sientes que la recámara se sigue viendo poco ordenada y la realidad es que tus hijos juegan con menos de la mitad de los juguetes que tienen? Pues la Navidad es la oportunidad perfecta para fomentar en tus hijos la ayuda a los que menos tienen y aprovechar para donar aquellos juguetes que están en muy buen estado y que ya no juegan con ellos. Les cuento un poco de lo que hicimos mi hija y yo alrededor de esta actividad.
Desde que empezamos a prepararnos para las fiestas decembrinas he platicado con mi hija que la Navidad es una época para compartir, entre muchas cosas más, y por está razón la gente regala comida, comparte su casa para hacer alguna reunión, otorga regalos y justo en ese afán de compartir, a los niños les toca compartir juguetes.
Debo de confesar que la cara que tenía en un inicio no fue de mucha felicidad, sin embargo le comente que cuando faltarán pocos días para celebrar la Navidad debíamos de realizar esta actividad.
Los días pasaron y esta semana decidí hacerlo, previamente investigue en donde podíamos donar juguetes… La forma más fácil y práctica para mi fue a través de el café Starbucks, que durante ya varios años hace esta recolecta de juguetes y cobijas para regalar los más vulnerables del país.
Manos a la obra…. sin mucho pensarlo le dije: “Ana Sofí, hoy tenemos que reordenar tu juguetero, te voy a acomodar los juguetes que más te gustan al frente y vamos a ir seleccionando aquellos con los que ya casi no juegas, así empezamos, sacamos todo y empezó el acomodo”
Mientras le dábamos un nuevo orden le recordé aquello que habíamos hablado acerca de compartir, saque una bolsa y le dije que te parece si esos con los que ya no juegas tanto los compartes con algún niño que no tenga este juguete. Poco a poco fue seleccionando varios, hubo algunos que no costaron trabajo, y otros un poco más, después de un par de horas que dedicamos a esto y que fue divertido ya que en ese afán de reordenar también jugamos y recordamos aquellos juguetes que nos traían buenos recuerdos. Logramos llenar dos bolsas grandes de juguetes.!!!
Ya que las teníamos inmediato nos fuimos al Starbucks más cercano para llevarlos, al llegar se acercó una barista y le contamos que veníamos a donar, con una gran sonrisa para Ana Sofí le dijo… “Muchas gracias” y nos comentó que este año la recolecta se iba para un hospital de niños con cáncer de escasos recursos. Mi corazón se apachurro tan solo de escuchar, pero me dio mucha alegría saber que contribuimos con un granito y sobretodo que COMPARTIMOS ya que ese era el objetivo.
Te invito a realizar esta actividad con tus hijos, estoy segura que la recordarán con cariño y dormirán tanto tu como ellos con una gran sonrisa.
¡¡Felices fiestas!!
Por Lorena Calderon