State Farm® patrocinó este post. Todas las opiniones son mías.
No hay mejor cocina que la de la abuela, una comida calientita, el olor de las galletas recién horneadas, una receta casera que inmediatamente recuerda sentimientos de alegría y felicidad. Los alimentos y las recetas están entretejidos en el hilo de nuestra vida familiar, y son unos de los tesoros más importantes que podemos pasar a nuestros vecinos para compartir nuestras tradiciones.
Es fundamental que tengamos relaciones humanas y sociales en las que los vecinos se vinculen y se relacionen en distintos niveles ante esfuerzos comunes tales como compartiendo costumbres. Así se crea un sistema establecido de relaciones, entonces los vecinos empiezan a conocerse y ayudarse en problemas comunes y se pueden crear lazos para toda la vida.
Sabías que por lo general, los hispanos se sienten conectados con sus vecinos y valoran reunirse con ellos. Sin embargo, según a un estudio realizado por State Farm, aproximadamente uno de cada tres hispanos desearía estar personalmente más conectado con sus vecinos, más de seis de cada diez dicen que es importante que los vecinos socialicen pero no muchos han organizado un evento de vecindario. ¡Rompamos el hielo! Anímate a conocer mejor a tus vecinos y a compartir con ellos de una manera fácil y viable. Te compartimos algunas ideas para establecer una relación más estrecha con tu vecino compartiendo tus tradiciones familiares
1) Hazlos sentir bienvenidos
Una gran manera de darle la bienvenida a un nuevo vecino es llevándole el platillo preferido de la abuela, no solo es un lindo detalle pero también abrirá una puerta para que florezca una amistad y tus vecinos apreciaran mucho el gesto de consideración. También podrías compartir un pequeño kit con los ingredientes para preparar tu receta favorita, o una receta de tu abuela la cual les permitirá conocer más sobre tus tradiciones familiares.
2) Organiza una clase de cocina
Recuerdo “las noches de cocina” que mi abuela organizaba una vez a la semana, invitando a toda mi familia a participar en la creación de una receta juntos. Tanto los adultos como los niños teníamos un papel en la receta del día, creando una unión muy estrecha y conexión entre todos.
Replica esta idea con tus vecinos, organiza una clase de cocina donde todos aporten su granito de arena. Una manera muy divertida de hacerlo es que en cada clase un vecino comparta su receta familiar, de esta manera aprenderán sobre las tradiciones familiares de cada uno, y a la vez compartirán entre vecinos.
3) Crea una verbena
Invítalos a participar en una comida estilo verbena donde cada uno contribuye con un plato diferente heredado por su abuela o abuelos. Este es un momento perfecto para descubrir platillos de diferentes países y culturas y de compartir nuestras diferentes tradiciones a través de la cocina y de las deliciosas comidas.
Crecí en Venezuela, pero viví con mi abuela peruana, quien siempre dominó la cocina con sus alimentos llenos de sabor. Todos los domingos mi abuela preparaba una comida especial y invitaba a toda la familia y a los vecinos para pasar un rato agradable y, por supuesto, para probar deliciosos platos peruanos como papas a la huancaína, ceviche, ají de gallina, tallarín verde y, mi preferido: el suspiro limeño. Este postre maravilloso es todo un emblemático peruano, es suave y agradable, y es una delicia inolvidable para aquellos que les encanta el dulce.
La historia relata, que al parecer el suspiro limeño acredita su nombre al poeta José Gálvez, quien comparó este postre con el suspiro dulce y suave de una limeña (una chica de Lima, Perú). Su base de leche condensada azucarada le da un color crema caramelo que se corona con merengue italiano y se adorna con una pizca de canela en polvo. Por lo general se sirve en vasos individuales, pero también se puede preparar en un recipiente más grande. El número de recetas para hacer suspiro limeño son infinitas, pero no hay ninguna otra como la receta de mi abuela, que le da un toque personal y que seguramente será un éxito entre todos los niños del barrio. Además es muy fácil de hacer y no te tomara más de una hora.
Como lo hice con mis vecinos, aquí les comparto la receta de mi abuela para un delicioso suspiro limeño:
Esto es lo que necesitas:
Para empezar, cocina la leche evaporada y la leche condensada en una cacerola a fuego lento, revolviendo constantemente con una cuchara de madera hasta que la mezcla se ponga espesa y se convierta en un bonito color caramelo, o hasta que puedas ver el fondo de la olla cuando la rasques. Esto toma alrededor de 30 a 40 min. Después retírala del fuego.
- Separa las claras de las yemas, y utiliza un batidor de alambre para batir las yemas de huevo en un tazón. Añade un par de cucharadas de la mezcla de leche caliente y sigue batiendo durante unos segundos. Coloca todo en la cacerola y mezcla cuidadosamente, apártalo. Esto es lo que mi abuela llama manjar blanco.
- En otra cacerola mezcla el azúcar y el agua (consejo secreto de la abuela: para los adultos puedes utilizar vino de Oporto en lugar de agua) haz que hierva a fuego alto durante 6 minutos sin sacudir. El sirope estará listo cuando se forme como un hilo de caramelo cuando se deja caer desde una cuchara.
- Mientras tanto, bate las claras de huevo con una batidora eléctrica a velocidad alta hasta que se formen picos suaves (cuando levantas uno de los batidores, tendrá una nube de espuma de merengue alrededor). Para que las claras crezcan perfectamente, no deben tener ningún rastro de yema de huevo, y el recipiente debe estar seco y limpio, sin manchas de grasa.
- Añade el sirope caliente en un chorrito fino y constante, batiendo fuertemente hasta que el merengue resultante este frío.
- Vierte la mezcla de leche cocida (manjar blanco) en tazas individuales o en un recipiente grande, cubre con el merengue en una manera decorativa (mi abuela siempre utiliza una manga pastelera, pero se puede hacer con una bolsa regular con un agujero cortado en una esquina o con una cuchara) rocía con canela en polvo para el toque final.
- Sírvelo a temperatura ambiente o mantéenlo en la nevera, ambas formas son deliciosas.
Tip de la abuela: Si piensas que va a ser demasiado dulce para los niños puedes servir porciones más pequeñas en los vasos/contenedores individuales y siempre darles un vaso de agua.
Ahora si, ¡Prepárate para disfrutar! Recuerda que la comida trae momentos inolvidables y crea conexiones con las personas. Que mejor manera de pasar un rato agradable con tus vecinos y amigos que gozando de tradiciones familiares.
¡Comparte tradiciones familiares con tus vecinos y disfruta de una buena comida entre amigos! Cuéntanos, ¿Alguna vez has compartido una receta de tu abuela con tus vecinos?
¿Cual es tu receta favorita de tu abuela? ¡Compártela con nosotros!