Ser adolescente puede ser todo un reto. Capaz no recordemos todos esos dilemas por los cuales pasamos, pero personalmente creo que nuestros tiempos eran mucho menos complicados comparados con los de nuestros hijos. Un adolescente tiene que luchar con las hormonas, el colegio, los amores y amigos. Mantener una comunicación con nuestros hijos es realmente primordial. Recuerda que en esta etapa ya no son los niños que correrán a contarte de su día, tienes que saber abrir las comunicaciones. Aquí te damos algunos consejos de como hacerlo:
Dá el primer paso
Si vez a tu hijo muy pensativo o reflexivo, recuerda que es normal que este pasando por muchas «preocupaciones» También es natural que tu como «mamá alerta» quieras saltar a conclusiones tales como embarazos no deseados, el bullying o que tu hija/hijo tiene problemas con su cuerpo o aspecto físico. Primero que todo, trata de no expresar todos estos temores, probablemente no sea nada de eso. Así que da ese primer paso y ve al grano, pregúntale sobre su día, si esta todo bien o si hay algo que la esta molestando. Aunque no te diga nada, es importante decirle que estás ahí para el/ella en caso que quiera hablar. Asegúrate de reforzar este mensaje. No olvides que los adolescentes necesitan sentirse cuidados. Ellos necesitan saber que estás de su lado sin importar la situación. De esta manera, ellos se sentirán con mas confianza de poder hablarte y confiar en tí.
Crea tiempo de calidad
Es fácil enredarse con las actividades cotidianas y las tareas del día a día. Tu tienes trabajo, necesitas cuidar del hogar y la familia. Tu hijo/hija tiene que pensar en sus trabajos del colegio, actividades extra curriculares y probablemente esté en la etapa de preparación para la universidad.
Crear un tiempo que es sólo para ustedes es realmente primordial, hagan cosas divertidas que ambos disfruten y tú muy bien sabes cuáles son. Ya sea correr o ir a tomar un café, haz algo que ambos disfruten y hazlo de manera regular. Esto creará un ambiente cómodo y fácil para tu hijo/hija a abrirse y contarte si hay algo en su mente.
Evita juzgar
Si confían en tí, trata de no juzgarlos. Esto no significa aceptar el comportamiento malo o estar de acuerdo con todos sus actos. Se trata de aceptarlos para que ellos se sientan en confianza, puedan abrirse y contarte sobre ellos y sus preocupaciones y al momento de corregirlos, no humillarlos. Recuerda que además de mamá, tienes que ser su amiga.
Ponte en sus zapatos
Se siempre bien honesta con ellos. Los adolescentes tienen un montón de inseguridades y cometen errores. Piensa de nuevo cuando tu eras adolescente. Trata de recordar las cosas y situaciones que te preocupaban, piensa acerca de los errores que cometiste, cómo te sentías en ese momento y no dudes de compartir estas historias con ellos. Cuéntales las cosas que hiciste, los errores que cometiste. Al ponerte en sus zapatos, compartas historias y te compares con ellos (de buena manera) ellos se sentirán más identificados contigo.
Recuerda que no hay manera correcta o incorrecta para comunicarse. Pero por encima de todo, que ellos sepan que los amas, que te importan y que estás ahí siempre para cuando te necesitan.