Cuando empiezan las clases, es hora de volver a la rutina. Y nuestros hijos deben acostumbrarse a ella. Uno de los factores importantes que le ayudarán a toda la familia a tener un buen año es evitar que los niños se enfermen. Aunque esta parece una misión imposible, teniendo en cuenta que ellos comparten sus días con muchos otros niños y que con el frío llega la temporada de gripe, hay varios consejos que ayudan a mantenerlos saludables, ¡y mucho!

1. Lavarse las manos. Después de usar el baño, antes de comer y al llegar a casa: inculcarles el hábito del lavado de manos a los niños es una manera muy buena de mantener alejados a los gérmenes que causan enfermedades.

2. Ventilar los ambientes. Si bien no se puede evitar que los niños pasen tiempo en lugares cerrados con mucha gente, ventilar estos ámbitos (en la medida de lo posible) ayuda a limpiar el aire. No puedes abrir la ventana de su salón de clases, ¡pero sí puedes ventilar tu casa a diario!

3. La importancia de una buena dieta. Si su cuerpo está fuerte y sano, es más probable que tu hijo pueda luchar contra las enfermedades y no contagiarse. Ayúdalo ofreciéndole una dieta saludable, alta en hierro y con una gran variedad de frutas y verduras frescas. Los licuados o smoothies son una buena oportunidad para introducir hojas verdes, si es que no les gusta comerlas. Si tu hijo lleva una vianda a la escuela, ten cuidado con los alimentos que necesitan refrigeración para que no se

4. Ejercicio. El ejercicio físico es tan importante como las actividades académicas. Ayuda a que los niños crezcan en forma saludable. Las actividades pueden variar desde jugar al aire libre un rato cada día o andar en bicicleta por el vecindario hasta participar en deportes de equipo. La clave es que tu hijo lo disfrute, así que siempre es útil darle la oportunidad de decidir u opinar sobre qué actividad realizar.

5. ¡A dormir! Es muy importante que los niños duerman todo lo que sus cuerpos en crecimiento necesitan. Ocho horas o más por noche los ayudarán a estar fuertes y saludables, además de alertas en la escuela y con energía para aprender y jugar.

6. No los mandes a la escuela enfermos. Aunque te parezca que tu hijo está “poco enfermo” y que puede soportar el día fuera de casa, no lo mandes a la escuela. No sólo puede contagiar a otras personas, sino que si está luchando contra una enfermedad sus defensas estarán bajas y será susceptible de contraer cualquier virus o bacteria que esté dando vueltas. La regla de oro es dejarlos en casa hasta que hayan pasado 24 horas sin fiebre.

7. Visita al médico. Por más saludable que sea tu niño, no te saltees los chequeos de rutina. Son una excelente oportunidad para controlar su crecimiento, recibir las inmunizaciones y preguntarle al médico sobre cualquier duda que tengas.

8. Desinfecta los Juguetes Frecuentemente: No solo los mas chiquitos tienden a introducir los juguetes a la boca, los niños mayores al jugar o simplemente tocarlos están expuestos a contagiarse si este juguete fue usado por un niño enfermo o si tiene una bacteria. Asegúrate que implementas una rutina de limpieza cada dos semanas desinfectando los juguetes en casa (enjuágalos con mucha agua). También puedes fomentar esto en la escuela hablándolo con las profesoras.

No es imposible vivir sin enfermarnos, pero sí podemos hacer muchas cosas para mantener la salud y prevenir contagios.