¡Lo conseguiste! Tu curriculum te hizo pasar la primera prueba y ahora tienes una entrevista, que es la oportunidad de mostrarle a un posible empleador todo lo que vales. Te comparto algunos consejos para que le saques el jugo a este momento tan importante de tu búsqueda laboral.
1. Vístete para el puesto. Como bien sabes, la imagen es súper importante. Pero ¡ojo! A la hora de elegir el conjunto para tu reunión, ten en cuenta el tipo de trabajo para el que has aplicado. No sólo se trata de verte profesional, sino también adecuada para el puesto. Así que si –por ejemplo- te estás entrevistando para ser maestra en una guardería, no es buena idea que te presentes con un traje oscuro con falda, algo que resultaría muy incómodo en tu trabajo cotidiano.
2. Haz tu tarea. Investiga todo lo que puedas sobre la empresa antes de tener la entrevista. Visita su sitio web, lee comentarios o artículos que se hayan publicado sobre ella, entérate de su historia o de sus planes futuros. Esto hará que estés “en tema” en la entrevista y te ayudará a comprender mejor el puesto para el que te han convocado. También te dará mucha seguridad durante la conversación, porque estarás bien informada, lo que además se te notará al hacer preguntas o responderlas.
3. Haz preguntas pertinentes al puesto. ¿Qué objetivos se espera que la persona en el puesto cumpla? ¿Cómo se medirá su desempeño? ¿Cuál es el plan de crecimiento profesional dentro de la compañía? Aprovecha la oportunidad para aclarar las dudas que tengas, pensando en lo estratégico del puesto. Si te ofrecen el trabajo tendrás tiempo para esclarecer detalles –también importantes pero no en esta primera instancia- como cuántas semanas de vacaciones tendrás al año y cómo es la política de la empresa con respecto al teletrabajo.
4. No hables mal de tu pasado. Es posible que el entrevistador te pregunta por qué dejaste un puesto anterior o qué era lo que no te gustaba de un trabajo previo. No importa cuál sea tu historia, no hables mal de tu trabajos y jefes anteriores. No sólo no conoces qué relación puede unir a las empresas o a sus integrantes, sino que esta es una excelente oportunidad para hablar de tus cualidades. Veamos un ejemplo: ¿Tu empleo anterior era una desorganización terrible y si no hacías tú las cosas, no las hacía nadie? Puedes decir que los límites entre los diferentes puestos estaban un tanto desdibujados, lo que te dio la oportunidad de colaborar en todos los frentes y de acopiar experiencias muy enriquecedoras.
5. Demuestra lo que vales. Es probable que te enfrentes con preguntas preparadas para saber sobre tu experiencia concreta. Ten en mente ejemplos puntuales de cómo has resuelto problemas en el pasado y los objetivos específicos que has alcanzado. Es beneficioso tener estas ideas claras desde antes de la entrevista, así puedes elegir con tranquilidad lo que vas a compartir y asegurarte de que sean tus mejores logros.
6. Tranquila… Más allá de que te pongas nerviosa o no, tómate unos pocos segundos antes de responder las preguntas. No sólo te ayudarán a planificar mejor tus respuestas, sino que te asegurarás de no interrumpir al entrevistador, algo que puede generar un momento incómodo para ambos. Esta es tu oportunidad de mostrar lo buena que eres y lo beneficiosa que puedes ser para la compañía.
7. Si eres mamá siéntete orgullosa de ello. No se trata de llegar a la entrevista presumiendo y mostrando fotos de tus hijos, menos contando lo atareada que es tu vida por ser mamá pero tampoco lo ocultes, acuérdate que el ser mamá es un PLUS y trae consigo muchas virtudes como el de la organización, mayor productividad en menos tiempo, trabajo en equipo, enfoque entre muchas otras cualidades.
¿Cuál es el mejor consejo que tienes para asegurar una entrevista laboral exitosa?