Ser mamá y ejercer profesionalmente al mismo tiempo puede ser BASTANTE complicado. Se trata de barajar responsabilidades igual de importantes, pero muy distintas entre sí.
Siempre queremos dar la mejor versión de nosotras en todas las facetas de nuestra vida. El problema es que a veces nos puede ganar el lado sentimental y corremos el riesgo de empezar a incumplir o fallar en el trabajo, por el hecho de que nos da miedo sentir que descuidamos a nuestros hijos.
Aquí te dejamos cinco consejos básicos para que no te pase eso y puedas conseguir el equilibrio en ser excelente madre y profesional.
Busca apoyo
Tu pareja, tu mamá, tu suegra, tus amigos, tus vecinos… Para eso la sociedad está organizada en familia y comunidades, y además, también hay personas especializadas que podemos contratar para que nos ayuden a organizar el día a día de nuestra familia.
Organízate
Suena un poco obvio pero la verdad es que no siempre lo hacemos con suficientes precauciones. Cuando se tienen hijos salen muchos imprevistos que hay que saber remediar con un “Plan B” de inmediato. Así que tus itinerarios diarios deben contar con esa alternativa (y a veces con otra más también) para evitar que cualquier asunto relacionado con tus hijos pueda afectar tu trabajo.
También te aconsejo que tengas una lista con tus pendientes o una agenda, en donde puedas anotar todo. A todas nos pasa que nos empieza a fallar la memoria. ¡es super normal! Porque tenemos muchísimas cosas en la cabeza.
No pongas a tus hijos como excusa
Y no solo ante tus jefes o colaboradores, sino también para ti misma. Sí, eres mamá, tienes más cosas en qué pensar y que resolver que antes de tener hijos, pero el trabajo es punto y aparte.
Quizás para lograr metas más altas tendrás que levantarte (mucho) más temprano, desvelarte (más) y dar muchas vueltas a la ciudad, por poner algunos ejemplos.
¡No te olvides de cuidarte!
Cultiva tu bienestar. Cómo te sientes contigo misma, influye mucho tu desempeño en el hogar y en el trabajo.
Toma unas horas para cuidarte. Por ejemplo: Agenda tu cita para hacerte manicura una vez cada dos semanas, y cúmplela religiosamente. ¡Haz que sea tu momento de relajación!
Cuida tu imagen
Te entiendo. Ahora tienes que usar muchísimos zapatos. Como eres mamá no puedes andar de tacones de aquí para allá. Pero intenta llevar siempre contigo tus tacones o zapatos formales, para usarlos cuando estés en el trabajo. Lo mismo con la ropa: si necesitas cargar una prenda extra en el coche por aquello de los accidentes, hazlo.
Además, intenta siempre cargar un pequeño neceser en tu auto, con aquello que más te sirva para refrescarte, maquillarte y sentirte bien.
Si sigues estos tips, estamos seguras de que podrás superar como yo, el reto de balancear tu vida personal y profesional. ¡Y recuerda que es de valientes pedir ayuda! Busca un clan de mamás que te comprendan e intenta reunirte con ellas cada vez que puedas, para recargar energías, ayudarse mutuamente y compartir consejos.