Tenemos que aceptarlo ¡no existe la perfección! Por más que lo intentemos, tratar de ser madres perfectas lo único que hará es dejarnos agotadas e invitarnos a explotar de otra manera, que a la final puede ser peor. Existen mil y un errores que podemos cometer con nuestros hijos, ¡y no te preocupes, es normal! Esos errores y hábitos son los que pueden hacernos aún mejores en nuestro papel como madres. Hoy te mostramos 6 maneras en las que no ser una mamá perfecta, ¡te hace una gran mamá!
La casa NO tiene que estar siempre organizada
Deja de preocuparte por si todos los platos están limpios o si no hay ningún juguete regado. El hecho de que tu casa esté siempre organizada y perfecta no te hace mejor mamá. Analiza cuanto de ese tiempo que usaste para recoger todo el desorden pudiste haber invertido en pasar un rato de calidad con tus hijos, haciéndoles una comida deliciosa o ayudándolos con las tareas. Es importante acotar que una casa limpia es necesaria para el sano desarrollo de los niños pero no busques encontrar la perfección, esta bien dejar los platos sucios y la ropa sin doblar de vez en cuando.
Deja que tus hijos se vistan solos – ¡Aunque parezcan disfrazados!
Queremos que nuestros hijos se vean impecables, muy bien vestidos y arreglados todo el tiempo pero ¿qué pasa si sus gustos son diferentes? Déjalos que expresen desde pequeños lo que les gusta y lo que no y que ellos mismos decidan como vestir. Yo se que como mamás, queremos que nuestros hijos se vistan como muñequitos de revista todo el tiempo. Pero si ellos prefieren sus disfraces y combinaciones sin sentidos ¡hay que dejarlos! usemos esa energía de convencerlos o «pelearnos’ con ellos para otra cosa que merezca más la pena.
Esta bien que te frustres con ellos
Así seas la madre mas organizada, es normal que en algún momento pierdas el control de la situación. Es más, es aún más común que pase a menudo. Perder la paciencia nos puede hacer sentir que somos malas madres ¡pero no es así! No somos perfectas, nuestros hijos tampoco. Lo más importante es darnos cuenta y reconocerlo – incluso ante ellos, si es necesario pedir disculpa y mencionar que eso no debe volver a suceder. Para evitar que te pase muy seguido, pide ayuda y siempre ten un rato libre solo para ti.
No tienes que forzarlos a mostrar cariño
Imagínense el escenario: llega la Tia Margarita de visita y no ha visto a tu hijo en años, lo primero que quiere es besarlo y abrazarlo pero el se esconde detrás de tus piernas porque no le gusta la idea. Lo que se considera como “ideal” es obligar al niño a que vaya y abrase y bese a la Tia Margarita. Pero ¿qué pasa si le defendemos a nuestro hijo y le decimos la Tía que el niño no se siente cómodo para esto y que es preferible esperar que se sienta en confianza? ¡Esta posición es totalmente valida! No te preocupes, que tus hijos no sean lo más amorosos, no significa que sean mal educados o te hace una mala mamá.
Esta OK si les das papas fritas y nuggets en la cena
Una de las cosas por las que más nos preocupamos es la alimentación, queremos darles comida sana, limitar el azúcar y la comida chatarra. Llegaos al punto de leer todos los ingredientes de los productos que compramos en el supermercado, licuamos los vegetales para mezclarlos en sus comidas sin que se den cuenta y hasta nos volvemos creativas haciéndoles caritas felices con zanahorias y tomates. Todo esto es fabuloso pero no debemos llegar a un extremo, de vez en cuando podemos romper reglas, relajarnos y darles comida «menos sana» sobretodo si no tuvimos tiempo de cocina, ir al supermercado o simplemente porque ¡estamos cansadas! Aprovecha ese tiempo de calidad en el que tus hijos están felices comiendo lo que más les gusta para sentarte a conversar con ellos.
¡No tienes que estar en TODO!…y ¡no pasa nada si llegas tarde a un cumpleaños!
No hay nada que nos duela mas que otra mamá del salón de nuestros hijos nos diga: «¿Por qué no fuiste al field trip del colegio?» » ¿No vas a llevar tu a tu hija al cumpleaños de fulanita?» La realidad es que muchas veces (por más que queramos) vamos a perdernos esas celebraciones especiales de nuestros hijos ya sea por trabajo, viajes o algún otro compromiso. Si son razones válidas y fuera de tú control, no dejes que te afecte o te llene de culpa, tus hijos entenderán y habrán muchas ocasiones más en la que si estarás ahi con ellos. Trata de compensar ese tiempo con una cita especial en otra ocasión como salir a cenar juntos, al cine u otro plan divertido.
¡Eres una extraordinaria mamá! , no tienes que ser perfecta para ser una buena madre. Tener errores , reconocerlo y trabajar en ellos (sin frustrarnos ni sentirnos mal) nos hace aún una mejor mamá. El «ser perfectas» no existe, por el contrario nos puede conducir a consecuencias negativas con nuestros hijos, familia o con nosotras mismas.